CHEQUEADO
Laura Zommer: "Parte del problema de la desinformación en el mundo tiene que ver con que cada uno de nosotros comparte, sin importarnos si es verdad o mentira, aquello que refuerza lo que pensaba previamente".

Entrevista a Laura Zommer, directora ejecutiva de Chequeado en Argentina, por Skype. Fuente: propia.
Como la directora de la plataforma de verificación de datos Chequeado en Argentina, lleva siete años apostando por el pensamiento crítico. Parte de la base de que, líderes y partidos políticos, por mucho que creamos en ellos, tarde o temprano nos van a engañar. Propone tener esto siempre en cuenta, no para acabar con la mentira de los políticos, sino para cobrársela más cara cuando engañen a la ciudadanía.
La mentira es un arma de doble filo. No nos gusta que nos mientan y, sin embargo, nos sentimos atraídos por aquellas afirmaciones que prueban nuestras creencias personales, sin importarnos si son verdad o no. Eso nos banaliza frente a los que se lucran del negocio de la desinformación. Así lo cree al menos, Laura Zommer. En su perfil de Chequeado, pone: "madre, yogi, docente y fan del dulce de leche. Periodista, abogada, tenaz y muy desconfiada". Esto último es importante. Lo defiende con convicción, sentada en una sala iluminada y tranquila, mirando al Skype de su ordenador como si estuviese dando una de sus charlas sobre fake news y fact-checking.
Zommer, directora ejecutiva de Chequeado desde 2012, trabajó antes en el diario La Nación y después en un think tank denominado CIPPEC (Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento). Ya no sigue ahí, aunque podría: no se imagina trabajando para un medio con las viejas lógicas de trabajo. Para ella, el periodismo del presente es mucho más modesto, mucho más transparente y mucho más colaborativo.
Dices que, en la sociedad, existen distintas versiones de la realidad. ¿Es ese el objetivo de Chequeado? ¿Luchar contra eso? No exactamente. Lo que buscó Chequeado desde el inicio fue mejorar la calidad del debate público. Cada ciudadano, en cualquier lugar del mundo, tiene libertad para pensar lo que se le ocurra, tener sus propias ideas y opiniones; pero nuestra apuesta era que la gente que pensaba distinto no se ponía de acuerdo sobre los hechos. Es decir, nuestro planteamiento es que si vamos a discutir
sobre si la política de vivienda de Cristina Fernández de Kirchner es buena o pésima, necesitamos saber cuántas viviendas se construyeron, cuántas se refaccionaron, cuántas se necesitan construir porque aún existe un déficit habitacional... Si esos datos no están disponibles o no se ponen en la mesa de discusión, es improbable que los que opinan distinto, en un contexto polarizado, puedan tener siquiera una conversación, porque cada uno monologa desde perspectivas diferentes. Al final, el foco del debate no estaba puesto en los hechos, sino en quién los decía. Si yo era pro-gobierno, creía ciegamente a la expresidenta y si era anti-gobierno, no le creía nada.
No había una base de hechos sobre la que discutir en común. Cada uno tenía la suya... Exacto. Entonces, la apuesta de Chequeado es la de aportar datos abiertos y verificados para la discusión pública, suponiendo que la deliberación democrática es un valor, las opiniones diversas son un valor, pero que si esas opiniones se obturan porque no ponen un punto de acuerdo mínimo, entonces termina no siendo deliberación democrática. En este contexto, nacemos nosotros, con la característica de que decidimos, como Chequeado, chequear a todos los líderes, no solo a funcionarios, sino también a líderes empresarios, a líderes sociales, periodistas y a medios. Desde el inicio. Luego, en 2014, lanzamos la sección 'Falso en las redes', en donde empezamos a chequear lo que ustedes llaman "bulos", porque la metodología de fact-checking tradicional que nosotros usábamos, no nos terminaba de encajar para este modelo. Nosotros, con nuestro método de chequeo, contactamos al líder que estamos chequeando y le preguntamos, 'esto que usted dice, ¿de dónde surge?'. En el caso de los bulos, esto no lo puedes hacer, porque no conoces quién originó el bulo. Por eso creamos esa sección, donde tratamos los contenidos que irrumpían en el debate público y que tenían peso en ese debate, pero que no podían ser tratados igual que otras afirmaciones que chequeamos.
Siempre se ha dicho que Argentina ha tenido muchos problemas para alcanzar una auténtica "democracia mediática", por así decirlo. Cuando te refieres a que también chequeáis a los medios, ¿suponen también un problema? Sí. ¿De sesgo, decís? Obvio.
¿Cuál crees que es la clave de vuestro éxito? Creo que una de las razones fue que, desde el principio, nosotros fuimos conscientes de la limitación que teníamos: no teníamos ni recursos infinitos, ni fama infinita. Nada. Los fundadores de Chequeado no los conocía casi nadie y no venían del universo de los medios. Haciendo este trabajo, nos planteamos no sentarnos a esperar en nuestra oficina o web a que la gente viniera a nosotros. Teníamos que ir donde la gente estaba. Por eso, generamos contenidos para redes sociales e hicimos alianzas con medios tradicionales donde nos aseguramos tener independencia editorial para llevar a las audiencias no necesariamente lo que la línea editorial del medio les va a llevar. Te doy un ejemplo: ahora, nosotros tenemos alianzas con el diario La Nación, que es un diario tradicional que nadie podría catalogar de kirchnerista, y con Radio 10, que sí se identifica con el anterior Gobierno. No es que en Radio 10 solo llevemos "falsos" a Macri y "verdaderos" a Cristina, o que en La Nación llevemos "verdaderos" a Macri y "falsos" a Cristina. Llevamos el equilibrio de lo que los datos dan, que a veces dan la razón a un partido y, a veces, a otro. A veces, dan la razón al sector privado y, a veces, al público.
¿Qué hay de esa gente que, por así decirlo, "se ciega" ante esos "falsos" a Macri o los "falsos" a Cristina, o simplemente no quiere creerlos? La verdad, los datos y la evidencia te muestran que solemos pensar en blancos y negros, pero el universo y la realidad es mucho más gris. En ese gris, nosotros partimos de la base de que casi todos los líderes que vos ames, en algún momento, te van a engañar. Por más que los adores. Nosotros tenemos programas de medios y educación e innovación que apuestan por desarrollar pensamiento crítico en adolescentes y enseñarles habilidades vinculadas al uso de datos y evidencias.
Una de las cosas que ponemos sobre la mesa es que todos tenemos una especie de red de prejuicios y tenemos que estar advertidos de eso, porque parte del problema de la desinformación en el mundo tiene que ver con que cada uno de nosotros, comparte, sin importarnos si es verdad o mentira, aquello que refuerza lo que pensaba previamente. Cuanto más
"La apuesta de Chequeado es la de aportar datos abiertos y verificados, suponiendo que la deliberación democrática es un valor, las opiniones diversas son un valor, pero que si esas opiniones se obturan porque no ponen un punto de acuerdo mínimo, entonces termina no siendo deliberación democrática"
Chequeado nace...

Haz clic para aumentar. Fuente: Chequeado (2019)
... de la mano de tres argentinos en 2010. Un Doctor en Física con residencia en EEUU, Julio Aranovich; un Doctor en Química de Oxford, Roberto Lugo; y un economista que ha pasado parte de su vida en China, José Bekinschtein. A los tres les sorprende la fuerte polarización que se gesta en Argentina durante esa época. Julio, cuando preguntaba a sus amigos de la juventud, recibía respuestas muy distintas: unos le retrataban una Argentina "en el fondo del mar" (como dicen ellos) y otros aseguraban que estaba genial.
Él conocía, por vivir en EEUU, las trece plataformas de fact-checking que existían por aquel entonces. Es por ello por lo que decide reunirse con el fundador de una de ellas, de FactCheck.org y le pide consejo para montar un proyecto similar, adaptado al contexto argentino.
Desde entonces, Chequeado ha verificado más de 1100 frases a políticos y otros cientos de bulos online. También realiza chequeos de discursos en vivo y proporciona herramientas de verificación a otros medios y webs de fact-checking. Junto con otras 27 páginas, coordina Latam Chequea, una red de fact-checking en América Latina, en constante expansión y que sirve de referencia para otras plataformas del mundo.
claro tengamos cuáles son los sesgos de cada uno, menos chances habrá de que seamos lo que yo llamo “idiotas útiles para el negocio de la desinformación” que es que compartimos y le hacemos el juego al que está queriendo ganar plata o poder con las noticias falsas. A veces las advertimos y a veces no, porque todas las noticias falsas en general, juegan con nuestras emociones o con verosímiles. Puede que alguna vez nos la creamos, porque justo era lo que queríamos creer.
El periodismo actual está en crisis. Sufre una crisis económica porque aún no se ha sabido adaptar a la nueva era digital y está en crisis su confianza: ha perdido la credibilidad de la ciudadanía, en parte también como consecuencia de las nuevas tecnologías. ¿Crees que el modelo del fact-checking podría ayudar a que se recuperara? Para mí, el periodismo del futuro o del presente tiene que ser un periodismo mucho más modesto, mucho más transparente y mucho más colaborativo. Yo no me imagino trabajando en un medio con las viejas lógicas de trabajo, pero porque no tiene sentido. La gente ha aprendido a no confiar en las organizaciones o corporaciones. Algo que me parece, en algún punto, saludable, porque si les defraudan o engañan, está bien que les juzguen. Entonces, vos me preguntas: "¿puede el fact-checking ser una manera de que el periodismo se reconcilie con la ciudadanía?" Yo no sé si el fact-checking en sí, pero sí el planteamiento que tenemos de que el periodismo necesita tener toda la transparencia o incluso más que la que le exige a terceros. Si no tiene esa transparencia suficientemente a la vista para la ciudadanía, tiene un doble discurso, una falta de coherencia. Yo creo que cuanto más asuma el periodismo, no sé si el método del fact-checking en sí, pero sí algunas de sus reglas, más chances tendrá de reconciliarse con la ciudadanía.
"Cuanto más asuma el periodismo, no sé si el método del fact-checking en sí, pero sí algunas de sus reglas, más chances tendrá de reconciliarse con la ciudadanía"

¿Puede ser el fact-checking una nueva forma de hacer periodismo? No creo que las plataformas de fact-checking sean una nueva forma de periodismo. Hacer fact-checking seriamente supone ser objeto de chequeo. Mucha gente puede decirnos: "¿quién se creen que son? ¿Los dueños de la verdad?". No, no somos los dueños de la verdad. En todo caso, somos los garantes o los guardianes de los hechos. Nosotros no decimos que lo que verificamos sea verdad: decimos que es la conclusión a la que arribamos con este método, de acuerdo a los mejores datos que logramos obtener hasta hoy día. Desde el principio, nuestra filosofía es: "la gente no nos cree... ¡y hace bien!". Nosotros queremos desarrollar el escepticismo crítico, que no significa el nihilismo. No estamos diciendo que no creas en nada, pero sí que tengas la capacidad de diferenciar cuándo una fuente es buena y cuándo una fuente es mala. Yo creo que eso supone mucha más modestia que el modelo tradicional del periodismo, en el que el periodista se para y le dice a los ciudadanos cómo son las cosas y ellos le creen porque en su familia ya se leía ese periódico o se miraba ese noticiero.
Ahora bien: no poner "fuera de contexto" supone que aquel que mire desprevenido su timeline en redes sociales, puede que se la crea. La desinformación también tiene estas cosas: no es falsa esa foto, pero está usada de forma engañosa en un contexto distinto al real.
¿Y notas algún cambio a mejor gracias al fact-checking? Claro. No sé cuánto, pero sé que hemos mejorado la calidad del debate en su conjunto. Obviamente, no es algo fácil de medir. También sé que algunos líderes en Argentina son más cuidadosos, no cuando hablan de sus opiniones o sus valores que son completamente libres, pero cuando hablan de los hechos, son un poco más cuidadosos. Y eso, obviamente es importante. En contextos como el latinoamericano, con debilidad institucional, nosotros decimos que en Chequeado trabajamos para aumentar el costo de la mentira. No vamos a terminar con la mentira, pero queremos que los ciudadanos le cobren más caro a los líderes cuando los engañen.
"No somos los dueños de la verdad. En todo caso, somos los garantes o los guardianes de los hechos. Nosotros no decimos que lo que verificamos sea verdad: decimos que es la conclusión a la que arribamos con este método, de acuerdo a los mejores datos que logramos obtener hasta hoy día"
¿En qué punto crees que se encuentra el fact-checking ahora mismo? Yo, entre el medio vaso lleno y el medio vaso vacío, siempre elijo el medio vaso lleno. Si no, no me habría embarcado en esto. Ahora es más fácil porque empiezan a verse los primeros frutos, pero al principio, era como una tarea ciclópea. Nos encontramos en ese momento en el que estamos, no huérfanos, pero sí en un área nueva. Es como el dilema del pionero que dice: "¿estaré haciendo bien, o estaré haciendo mal? ¿Está bien este camino, o está mal?". Lo que muchas veces nos pasaba y nos sigue pasando, es que hacíamos cosas que no sabíamos si eran buenas o malas para nuestro objetivo. Por ejemplo: ahora, cuando publicamos fotos fuera de contexto, ponemos arriba "fuera de contexto", porque no podemos ponerle "falsa". No lo es. El fotógrafo que la ha sacado no la ha trucado.

CONOCE A...
Dos plataformas de fact-checking de referencia en América Latina, un continente pionero en el fenómeno de la polarización y desconfianza mediática. A la cabeza, respectivamente, Laura Zommer, directora de Chequeado, y Tania L. Montalvo, coordinadora de Verificado.mx (web inactiva tras las últimas elecciones mexicanas de 2018) y editora general de Animal Político, un medio de comunicación del país bajo el que trabaja El Sabueso, su propia web de chequeos.
De la mano de Newtral, Ana Pastor, una de las caras más destacadas del periodismo actual en España, arrancó el primer proyecto de fact-checking en 2013 en su programa El Objetivo, cuando nadie más lo hacía en España. Fue una de las plataformas adheridas a Comprobado, el "Verificado.mx" de España en estas últimas elecciones generales. Andrés Jiménez, periodista de Maldito Bulo, una subdivisión de Maldita, nos cuenta la estrategia de trabajo de ambos proyectos de verificación.
Entrevista a Laura Zommer, directora ejecutiva de Chequeado en Argentina, por Skype. Fuente: propia.